Ahí va un resumen de los mejores momentos del #verano2014 con #Elvinoalsolyyoalasombra
Comenzaba el estío prácticamente coincidiendo con la celebración del LVIII Potaje Gitano de Utrera, en homenaje a Sara Baras, dándose lugar, una vez más, en el patio del colegio de los Salesianos, organizado por la Hermandad de Los Gitanos.
Grandes artistas, arte flamenco y una cazuela de potaje "a lo Utrera" fluyeron en una trilogía perfecta donde acudieron numerosos aficionados al flamenco, dispuestos en mesas redondas de diez comensales compartiendo viandas en un entorno donde no faltó ni el vuelo de los flamencos hacia Doñana.
Con la llegada de julio, Granada es el escenario perfecto para continuar, con la excusa de asistir a un curso de la UGR sobre Gastronomía, Enología y Nutrición.
Varios días en una de las ciudades más encantadoras de España donde se puede disfrutar de estas ciencias a través del paso por rincones perdidos, alejados del tránsito de turistas y el bullicio de cualquier ciudad, desayunando en el Café Cuatro Gatos, en pleno Albaicín, con vistas a la Alhambra, paseando por la Carrera del Darro y el Paseo de los tristes, o perdiéndose entre los viñedos de las Bodegas Señorío de Nevada.
Sirva también Cádiz como el mejor telón de fondo con playas como las de Tarifa, Bolonia, Zahara, o El Palmar, donde poder disfrutar del mejor pescado de la bahía en sus múltiples chiringuitos a orillas del mar, degustando, por ejemplo, este calamar al espeto, o esta hamburguesa de retinto.
(Chiringuito "El pez limón", Zahara de los atunes)
(Hamburguesería "La Movida", El Palmar, Vejer de la frontera)
Y Sanlúcar... La marinera, la de los atardeceres incomparables, la del olor a manzanilla, la del coto, la de Barrameda...
La de los tentadores vinos y las históricas bodegas, como Argüeso, donde durante los meses de verano era posible atravesar las calles de botas de vino a la luz de las velas gracias a las catas "Entre Luces" dirigidas por la enóloga de la bodega.
Y desde Sanlúcar al Puerto de Santa María, donde conocer nuevos conceptos de gastronomía como la soul food, mariposas en el estómago que nunca antes habían volado y despegan gracias a la combinación perfecta de sensaciones: luz tenue, cava, una guitarra y el sonido de una fuente, y la elegancia de la cocina de autor...
(Restaurante El Arriate, El Puerto de Santa María)
Pero, ¿qué es vivir sin estar continuamente de viaje? ¿Y para qué viajar sin conocer cómo vivir? Siendo el verano la época perfecta para combinar ambas experiencias
Barcelona y Cerdeña, una pareja geográfica con historia compartida, donde proseguir con el viaje del verano y de la vida, viajando y viviendo, viviendo y saboreando, saboreando y no perdiéndonos lo que hace único a cada lugar
Empezar en Barcelona en el Raval, en el Satan's Coffe Corner, rincón perdido que no espera ser encontrado por cualquiera que no sepa disfrutar de una buena taza de café sin pararse a mirar el reloj, tan sólo disfrutar hasta apurar los posos que dibujan la silueta de lo que fue uno de los mejores cafés que podemos encontrar en la ciudad condal
Caminar por el Barrio Gótico hacia un argentino que siempre se alegra de verte aunque sea la primera vez, cruzar la Diagonal hasta alcanzar un restaurante donde siempre querrías volver, o deambular por el Puerto hasta una clásica y olvidada champanería atestada de cava de producción artesanal
("La Champanería", Carrer de la Reina Cristina, 7)
Y volver a pedir otra taza, como buenos amantes del café, de cappuccino, marocchino, con ginseng, nutella, o giacci... Pero esta vez en Cerdeña
Adentrarse en sus delicadas a la vez que decadentes calles, y perderse en las redes de la pasta fresca y los vinos D.O.
Siempre tras la pista de una playa, con la recurrente ilusión de conocer todos los mares del mundo...
Hasta aquí dos meses de sol, de playas, viviendo, aprendiendo, con la suerte de estar siempre rodeada por grandes amigos, y con la mente en lo que viene, que no puede ser otra cosa sino, más, y mejor
Ci vediamo amici,
Noemí Ojeda
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